martes, 15 de noviembre de 2011

LA PIEDRA DE ISIS

Hoy quiero hablarte de una piedra muy bella y muy especial el lapislázuli, una piedra azul que te magnetiza nada más verla. Los antiguos egipcios la consagraron a Isis y fue la piedra más emblemática de Egipto. Muy importante por su capacidad para la sanación  y para obtener los recuerdos de vidas pasadas. ¿No te pica la curiosidad de leer más?
HISTORIA, MAGIA, LEYENDAS y PROPIEDADES
Se dice que los primeros sacerdotes egipcios heredaron la sabiduría y poderes del Lapislázuli de manos de los Atlantes.
Otras leyendas cuentan como los iniciados que sobrevivieron al cataclismo que acabo con Atlántida, fueron capaces de establecerse en la zona hoy en día conocida como el Valle de los Reyes, trayendo consigo valiosas piezas de Lapislázuli, guiados precisamente por su extraordinaria fuerza psíquica.
Sea como fuere, este mineral formo parte de la vida sagrada y profana de Egipto: se tallaban en lapislázuli los escarabajos sagrados, símbolo también de la eternidad y de la supremacía de la vida y de la muerte.
Este mineral de profundo color azul noche, también era llamado en Egipto”la piedra de Isis”. Lo utilizaban las mujeres para embellecerse; reducido a polvo servia de sombra de ojos y como pigmento para teñir sus oscuros cabellos. Esta propiedad de utilizarlo como pigmento, llego hasta la época del Renacimiento e incluso hoy en día se denomina color azulmarino, al color que antiguamente se obtenía con la ralladura de Lapislázuli para pintar al óleo. Este método cayó en desuso con la llegada de otros procedimientos (químicos) en el siglo XIX.
Volviendo a Egipto, la importancia del lapislázuli en su cultura, puede valorarse actualmente a través de pinturas, sarcófagos, jeroglíficos, esculturas y papiros.
La utilización del Lapislázuli por sus propiedades psicomagicas se pierde en los anales de la historia; se han encontrado piezas de este mineral en ornamentos hallados en tumbas egipcias datadas de un antigüedad de mas de nueve mil años, y se sabe que para babilonios, persas, griegos y romanos, el lapislázuli era así mismo de gran valor.
Para los egipcios el escarabajo sagrado representaba la fuerza de la vida a través de la eternidad para sobreponerse a la experiencia de la muerte física, atributo que también se le otorgaba al lapislázuli y motivo por el cual tallaban sus escarabajos sagrados (especialmente el escarabajo alado que situaban sobre el pecho de las momias para que la persona que habito el cuerpo físico alcanzara con mayor facilidad el otro mundo).
En los hogares egipcios se veneraba a una diosa protectora del hogar; la diosa gato. Su nombre era Bast, Bastet o Ousbastis y en la época de mayor esplendor egipcia tenia una ciudad (la capital de Egipto) Busbastis, que contaba con uno de los templos de culto a la diosa mas importantes. Quizá por este motivo, la asociación de las facultades felinas como la pericia, la intuición y la transmisión telepática, se han encontrado piezas talladas en lapislázuli con forma de esta diosa, ya que como veremos, estas son también cualidades atribuidas a este mineral carismático y misterioso.
Una piedra de lapislázuli era portada por el sumo juez de esta civilización, representando el Ojo de Isis que todo lo ve. Como dato indicativo de la importancia que los antiguos egipcios daban a esta piedra, encontramos el hecho de que sólo les estaba permitido llevarla al faraón, la familia real y los sacerdotes. Las tumbas egipcias eran abundantes en objetos grabados de lapislázuli, ya que se pensaba que esta gema protegería, guiaría y confortaría al difunto en su viaje a la vida después de la vida.
Al lapislázuli se le atribuye una cualidad especialmente mágica: la de otorgar buena fortuna a toda persona que se siente atraída por este mineral de manera intuitiva; sus cualidades se irán expresando de manera que su poseedor vera incrementada su intuición y dotes psíquicas como sueños reveladores, percepción extraordinaria para protegerse de posibles peligros, un sexto sentido para saber en que y en quien se debe confiar, magnetismo y poder personal, protección ante envidias y celos, facilidad para sentirse guiado desde los planos espirituales, y un sinfín mas que abundante de cualidades extraordinarias.
La vibración del lapislázuli como
cristal de sanación, posee la propiedad de poder drenar y proteger cada chakra de energías negativas y ejercer, a modo de escudo protector, en etapas o situaciones en las que la persona tiene que enfrentar circunstancias dolorosas y/o de cambio.
Vibracionalmente, la potencia purificadora del lapislázuli es tan intensa que beneficia tanto en el ámbito emocional, sentimental, mental y espiritual.
Su posición en terapia presencial es sobre su chakra correspondiente a nivel cromático: el chakra del entrecejo. El lapislázuli estimula y fortalece la glándula pineal y la pituitaria además de equilibrar las facultades de ambos hemisferios cerebrales.
Su especial y positiva vibración también favorece y potencia las cualidades del chakra de la garganta (afecciones físicas como amigdalitis, afonía, constipado, etc. Y también resulta especialmente conveniente en las afecciones psicológicas como timidez, seguridad en saber expresarse, etc.). Así mismo favorece el chakra de la corona: incrementa la capacidad de canalizar, drena la energía estancada que provoca presión y/o dolor de cabeza.
En sanación presencial el efecto de situar varias pequeñas piezas de lapislázuli sobre la zona del entrecejo, liberará la tensión que pudiera haber acumulada por motivos de ansiedad, tristeza, pasividad, convalecencia después de una enfermedad o intervención quirúrgica, etc., aportando una energía casi mágica de fuerza interior y poder personal.
Los especialistas y profesionales en terapia regresiva tienen al lapislázuli en mucha estima por ser una de las piedras que mas amplifican la mente para llegar al recuerdo / vivencia de secuencias de vidas pasadas, comprender, liberar y procesar determinados aspectos de la personalidad y circunstancias persónales que están interrelacionadas con acciones y situaciones de vidas anteriores.

Si te has quedado con las ganas de saber más sobre el lapislázuli:
ISBN: 84-607-3051-4
©®Nina Llinares ninallinares@hotmail.com